Suma y sigue. Tras cuatro años sin editar un disco, la banda de Fito y su escudero Carlos Raya sigue levantando gran expectación por la publicación de una nueva colección, “El monte de los aullidos". La venta de entradas para la gira marcha viento en popa y, con motivo de la edición del trabajo, Fito y Fitipaldis escenificaron una excelente presentación del nuevo disco. 
En lugar de someter a la prensa a la tediosa escucha y comentarios de los temas del nuevo disco, su equipo promocional optó por organizar el pasado 23 de octubre un breve concierto en la pequeña sala integrada en el Movistar Arena. Fue una oportunidad de oro para disfrutar de una actuación de Fito y sus compañeros a una distancia corta, un privilegio destinado a los medios de comunicación, compañeros del negocio y algunos fans que fueron invitados y que disfrutaron del show con un entusiasmo especial.
La banda sonó impecable, una vez corregidos los desajustes propios de los inicios de actuación. Esta vez me fijé en los interesantes solos que se marcó el propio Fito porque la calidad y clase de su productor, Carlos Raya, está más que contrastada. La formación la completaron el saxofonista Javier Alzola y en la parte rítmica actuaron Coki Giménez (batería) y Boli Climent (bajo).
En estricto orden, del corte uno al diez, la banda interpretó todos los temas del nuevo álbum, en el que los sonidos de raíz americana, entre ellos el swing y rockabilly, barnizan las composiciones. Con naturalidad y la ilusión propia de un niño en la noche de Reyes, Fito fue presentando los temas hasta concluir con el instrumental Ardi. Y es que cerrar un disco destinado al gran publico con una canción sin voz forma parte del particular universo atípico del artista vasco.
Texto y foto: Javier del Valle
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