STAFAS Y RIENDA SUELTA: OXÍGENO PARA ALIVIAR LA LOCURA

Siempre merece la pena entregarse al rock sincero y sin artificios, como ocurrió el pasado sábado 8 de octubre con motivo de un nuevo concierto de Stafas, en buena compañía del trío sevillano Rienda Suelta. "Melodías para un Mundo de Locos" se llama el nuevo trabajo de los primeros, un título que define a la perfección unos tiempos en el que merece la pena apagar la tele para evadirnos ante un buen libro o una melodía como las incluidas por Michel Molinera sus chicos en sus discos y conciertos.

La banda quería despedirse de su fiel público madrileño antes de iniciar una gira en México. El respetable respondió al llamamiento, pues prácticamente llenó a coqueta sala El Elefante Blanco en una sesión de más de tres horas de rock para mover la zapatilla. 

Buena impresión nos causaron los sevillanos Rienda Suelta, grupo en el que ejerce de frontman Óscar Linares, ex batería de Stafas, que en esta formación se encarga de cantar y tocar el bajo. Se ganaron el afecto del público con dosis de poesía y rebeldía y con temas contagiosos como "Turulo" o "Extranjero" y reivindicativos como "Gobernantes Carroñeros".

Respecto a Stafas diremos que el sonido de la sala, un poco confuso desde mi posición y con el volumen de la guitarra solista algo bajo, no impidió que se estableciese un gran halo de comunicación entre el cuarteto y sus fans. 

Si repasamos las composiciones de Molinera, suelen ser piezas bien acabadas y pegadizas, un equilibrio natural del que muchas bandas con gran calidad técnica carecen. De esta manera, es fácil echar de menos viejos temas cuando se incorporan canciones de su nuevo CD.

Tras el clásico que abrió la actuación, "Me he acostumbrado", llegó la hora de "Que nadie arranque esta raíz", el primer tema del nuevo trabajo, con canciones que ganan cuajo en sus interpretaciones en vivo: "Pienso en ti", "Ganas de llorarte", "Hey tú", "Siempre fuerte"...

No faltaron tonadas más añejas como "Déjame decirte", "Dos corazones" o "Señora", versión de una popular canción popularizada por la difunta Rocío Jurado, que sirvió para cerrar un concierto sin pausas ni siquiera para los bises. Y es que los horarios mandan...

Recordamos que la formación madrileña sigue contando en sus filas con el bajista Javier de Palacio y el guitarra Jimi de Diego, garantía de empaque para un grupo que ha incorporado como batería a Curro Soto. Algunos pasajes necesitaban incorporar viento, faceta en la que colaboró el trompetista Jochi González, que también participó en la grabación del disco más reciente.

Texto y fotos: Javier del Valle