Rodeados de un público variado y de la presencia de niños, que por fin pueden acceder a los espectáculos de música en vivo, el guitarrista, sus músicos e invitados redondearon una velada prácticamente perfecta en cuanto a sonido y escenografía. Hasta algún inconformista del público se atrevía a criticar esa elegante cuadratura, quizá acostumbrado a disfrutar de noches blueseras de antaño, donde el humo y las bebidas espirituosas se mezclaban con un desorden inquietante.
Tras el acústico de Adrián Costa, Alberto y sus chicos se presentaron en el escenario para ofrecernos alrededor de dos horas de música en mayúsculas, partiendo casi siempre del soul y el rhythm and blues, géneros practicados por un espléndido movimiento que demuestra que desde España se puede hacer música 'negra' y de raíz americana con talento, trabajo y sentimiento. A ello hay que añadir una eficaz distribución del repertorio, unos momentos de clímax imprescindibles en toda actuación y unas valiosas colaboraciones ( Angie Sánchez, Julián Maeso, coro Gospel Factory).
Al guitarrista y vocalista madrileño le irá costando cada vez más hacer una selección de temas en sus conciertos, dada la calidad de sus dos discos de larga duración y single en vinilo. Del último CD sonaron, entre otros, temas como 'When you take it slow', 'When you take it slow', 'The Maze' o 'You got my in heat', la guinda que sirvió para culminar el recital. No faltaron 'When you days grow long', incluida en el mencionado single, o piezas de la ópera prima como 'Phoney Money' o 'Blas'. Texto y fotos: Javier del Valle. (la última foto suministrada por Janet The Planet).