Disfrutamos con el descaro y la calidad de Jimmy Barnatan, que se impuso a todos los inconvenientes de abrir un festival (poco público y disperso al inicio del evento) y conectó hábilmente a pesar de realizar un show acústico, únicamente acompañado del guitarrista Sergio González. En alguna ocasión se atrevió a cantar 'a capella' y siempre dio la sensación de ser un vocalista muy completo, que fusiona técnica, 'feeling' y complicidad con el respetable.
Es muy complicado ver actuar a Jorge Salán en Madrid, dadas las extensas giras que realiza con artistas internacionales. Esta vez disfrutamos de un show amplio, aunque no completo dadas las limitaciones de horario del festival. Por ello, aprovechamos la ocasión para ver a uno de nuestros mejores hacheros en formato de trío y dedicando por entero el show a clásicos del blues y del rock. De las veces en las que he visto en directo a Jorge, es la ocasión en la que más ha brillado como frontman. El combo rayó a gran nivel en la versión de "The Thrill Is Gone" (B. B. King) y despertó las sonrisas cuando en la recta final del show emuló a Z.Z. Top (La Grange), con los tres músicos ataviados de sombrero, gafas de sol y barbas postizas.
El público también se lo pasó en grande con la actuación estelar de Carvin Jones, en una concierto que empezó con problemas de sonido y que terminó como una exhibición escénica y musical digna de las mejores ocasiones. Fue grandiosa la espontaneidad del músico americano en el manejo de su guitarra y en su complicidad con el público (de hecho se pasó una gran parte del show cantando y tocando entre los asistentes). La velada se cerró con una versión de Roadhouse Blues (The Doors) en la que compartieron escenario las tres bandas participantes. Texto y fotos: Javier del Valle.
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