THE BLACK KEYS, DE NUEVO ROCKEANDO PARA EL GRAN PÚBLICO

 

The Black Keys se han propuesto saciar la sed de sus seguidores dando rienda suelta a su creatividad con este nuevo disco titulado “Let’s rock”, compuesto por canciones que servirán de excusa para una gira multimillonaria. Ya se frotan las manos los grandes promotores y los organizadores de festivales de masas.

Quizá no sea un combo adorado por nuestros lectores afines a propuestas de hard rock o punk, aunque la base de su sonido está relacionada con las raíces del rock y del blues americano. No en vano, los mismísimos Robert Plant (ex Led Zeppelin) o Billy Gibbons (ZZ Top) han reconocido su admiración hacia el dúo de Ohio. Por cierto, algunos temas, como “Eagle Birds”, tienen reminiscencias del grupo texano.

Dan Auerbach y Patrick Carney han aparcado sus diferencias para embarcarse en este trabajo en el que la imagen de una enigmática silla eléctrica ocupa la portada. Parece complicado que algún tema supere la popularidad de antiguos hits como “Lonely Boy” o “Gold on the Ceiling”, aunque el disco lleva una línea muy regular y una estupenda autoproducción, en la que los detalles y adornos no eclipsan canciones sencillas que parten del blues y se valen de algunas percusiones y líneas de bajo capaces de estremecer al público afín al pop o al indie masivo (¿que diferencia hay con el mainstream?). Sin embargo, las distorsiones guitarreras y los solos sencillos y efectivos no garantizan las exigencias de los oyentes afines a sonidos más enérgicos.

Esos ritmos, que sin llegar a ser machacones, animan a mover la zapatilla están presentes en “Eagle Birds”, “Lo-Hi” y “Tell Me Lies”. También destacaré canciones como “Every Little Thing” y “Get Yourself Together”. Y es que escuchando al dúo estadounidense se despierta la añoranza a mitos inactivos del blues rock como Eric Clapton. También merecen atención los menos de dos minutos y medio de “Go”, hit que calmará el apetito de sus fans en una gira que promete ser maratoniana.

Javier del Valle